Con este primer comentario editorial, nuestra intención es la de intentar justificar el empleo del término discoloración dental como el equivalente más correcto a alteración cromática de los dientes. Para ello, es conveniente asentar, previamente, una serie de conceptos de obligado conocimiento a la hora de aceptar, discoloración dentaria, como el término más adecuado para englobar todos aquellos procesos que suponen una modificación, incremento o pérdida del color dental, bien sea de carácter fisiológico o patológico y, que a continuación se exponen:

  • Decolorar/Descolorar: quitar, amortiguar o rebajar el color.
  • Decoloración: termino proveniente de decolorar/descolorar, acción y efecto de decolorar o decolorarse y que no servirá en ningún caso para designar las alteraciones del color dentario, pues si bien en ocasiones las alteraciones del color dental sí cursan con una disminución o pérdida del color de un diente o dientes, es más frecuente el efecto totalmente contrario, es decir, un incremento o modificación del color de los dientes afectos. Término proveniente, probablemente, a partir de la traducción literal al castellano del término inglés "discoloration".
  • Teñir: dar cierto color a una cosa encima del que tenía, dar a una cosa un color distinto del que tenía.
  • Tinción: acción y efecto de teñir; supone la acción de un agente externo al diente y que va a actuar sobre él en un momento determinado, estableciendo una relación de causa efecto entre el agente y la modificación del color dental, excluyendo a todas aquellas situaciones que provocan un cambio o modificación en el color dentario en las que no puede establecerse de forma clara esta relación, como son: las de etiología desconocida y las variaciones fisiológicas del color dental debidas a la herencia o al envejecimiento. A lo que hay que sumar el que algunos autores reservan el término tinción para designar las alteraciones del color que se producen desde el interior del diente, en contraposición a las modificaciones del color por aposición sobre la superficie externa del diente; mientras otros, sin embargo, lo utilizan indistintamente para referirse a las alteraciones provocadas por la actuación de una noxa, tanto desde el exterior del diente, tinciones extrínsecas, como desde el interior del mismo, tinciones intrínsecas. En definitiva, no es un termino que contribuya en nada al esclarecimiento de la situación.
  • Colorear: dar color a una cosa.
  • Coloración: acción y efecto de colorear, color dado a una cosa o tomado por una cosa; en este caso aplicamos el mismo razonamiento, anteriormente expuesto en el punto "tinción", para justificar también la no utilización del término coloración, a pesar del uso del mismo por diferentes autores para designar a las coloraciones patológicas de los dientes.
  • Manchar: poner sucia una cosa, haciéndole perder en alguna de sus partes el color que tenía.
  • Mancha: parte de alguna cosa con distinto color del general o dominante en ella y señal que una cosa hace en un cuerpo, ensuciándolo o echándolo a perder; si bien se trata de un término que abarcaría de igual modo el incremento o perdida de color de un diente por distintos motivos o agentes, se concepto implica una localización concreta o puntal en relación a un todo y no recogería aquellos casos en los que se produce una modificación del color de los dientes de carácter general y no meramente puntual.
  • Discromía: alteración pigmentaria de la piel; término empleado en Medicina para referirse a las alteraciones del color de la piel, y que si bien podrían llegar a aceptarse y emplearse por asimilación de conceptos, como algunos autores así lo hacen, no se refiere a los dientes propiamente dichos sino a la piel.

 Llegado este punto, se plantean una serie de términos, anteriormente expuestos y que conllevan implícitos, cada uno de ellos, una serie de inconvenientes que impiden que puedan ser aceptados como término más adecuado para designar a las distintas alteraciones cromáticas del color dental, a lo que se añade su uso de forma aleatoria e indiscriminada por diferentes autores, para referirse a un mismo concepto, lo que dificulta sobremanera la denominación y clasificación sistemática de las alteraciones cromáticas de los dientes.

    Por ello se introduce el concepto de discoloración dentaria como sinónimo de alteración cromática de los dientes a partir del término castellano discolor, de varios o diferentes colores, con él se intenta expresar los diferentes colores que pueden llegar a presentar los dientes por múltiples y diversos motivos.

   El término discoloración dentaria es el que se presenta como el más indicado para designar en español a las alteraciones del color dental de distinta etiología, pese a ser un vocablo no recogido por el Diccionario de la Lengua Española, por la similitud con el término que con mayor frecuencia encontramos, en la actualidad, en la literatura anglosajona odontológica especializada para referirse a las alteraciones cromáticas de los dientes, "discolorations" y que probablemente fuera uno de los primeros en emplearse para este menester; Zegarelli ya lo utilizó en un artículo que lleva por título "Discolorations of teeth in patients with cystic fibrosis of the pancreas" en 1961. Si bien no posee una tradición bibliográfica importante en lengua castellana, comienza a ser empleado por los especialistas en la materia, proviene de un término existente en lengua española cuyo significado se aproxima al concepto que intentamos expresar y no lleva asociados factores en su contra que obliguen a desestimarlo como a los anteriores, estando constituido a partir de una raíz y un prefijo adecuados al sentido que se le quiere dar a este término.

José Amengual Lorenzo
Presidente de la A.U.V.B.D.