Reacciones adversas
Las nuevas técnicas que acortan el tiempo de cicatrización en los protocolos implantológicos pueden tener consecuencias negativasActualmente, los implantes se realizan empleando el mismo material y, básicamente, la misma morfologÃa que en la década de los sesenta: el titanio y en forma de rosca. Según el doctor Santiago Llorente, miembro del Servicio de CirugÃa Oral y Maxilofacial del Hospital Central de Asturias y vicepresidente segundo de la Sociedad Española de CirugÃa Oral y Maxilofacial (SECOM), "uno de los mayores problemas que se apreciaron en estos primeros implantes fue una alta tasa de fracasos debido, sobre todo, a la colocación de las prótesis dentales (en consecuencia, sometiendo el implante a fuerzas de carga) a los pocos dÃas de haber insertado los implantes, por lo que la fase de cicatrización era muy escasa. Posteriormente, se amplió esta fase, lo que favoreció el aumento considerable de la tasa de éxitos".
De este modo, para la colocación de las prótesis eran necesarios seis meses en el caso de los maxilares y tres en la mandÃbula; el porcentaje de buenos resultados, entonces, llegó a superar el 95 por ciento. Hoy, estos protocolos siguen estando vigentes y ofrecen mucha seguridad. Sin embargo, el problema puede surgir por la aplicación de nuevas técnicas que buscan acortar el tiempo para la colocación de la prótesis e incluso colocarla a la vez que el implante.
Tiempo mÃnimo
La evolución en el tratamiento de la superficie de algunos sistemas de implantes y las investigaciones para desarrollar los protocolos de tratamiento con estimulantes de cicatrización ósea han permitido que el tiempo de espera sea posible, con determinados sistemas de implantes, en un periodo de seis a ocho semanas. "No obstante, la biologÃa del hueso y de la mucosa oral del paciente no ha experimentado ninguna variación, por lo que requiere un tiempo mÃnimo para la recuperación de la zona tratada", precisa el doctor Llorente.
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