Complicaciones en la deglución | Infomed Dental

Complicaciones en la deglución

Los ejercicios bucolinguofaciales son una de las terapias contra la disfagia, que afecta al 46 por ciento de la población mayor de 65 años La disfagia hace referencia a la dificultad para deglutir y comprende la imposibilidad de que los alimentos o los líquidos pasen con normalidad desde la boca hacia la garganta y luego desciendan por el esófago hacia el estómago durante el proceso de deglución. Ello provoca que, cuando el paciente no es capaz de alimentarse correctamente, el organismo comience a autoconsumir sus reservas de grasas y luego su propia estructura muscular, lo que genera una malnutrición.

Según describe Ana Corregidor, terapeuta ocupacional del Hospital provincial de Toledo, el abordaje práctico de la disfagia se basa en dos tipos de terapia: directa e indirecta. La primera trabaja de manera más profunda la deglución, mientras que la segunda consiste en realizar ejercicios bucolinguofaciales, "a veces con objetos como botones o regalices".

"La disfagia es frecuente en los ancianos, sobre todo asociada a enfermedades cerebrovasculares, Parkinson o demencia y su tratamiento suele ser complicado", explica la especialista. La recuperación varía en función de la etapa de la deglución en la que se detecte el problema.

Las fases

La deglución tiene tres etapas que están controladas por los nervios que comunican el tracto digestivo con el cerebro. En la fase de preparación oral, los alimentos se mastican y se humedecen con saliva. Por su parte, la lengua impulsa los alimentos y los líquidos hacia la garganta. Esta etapa es voluntaria, ya que el individuo tiene control sobre la masticación y el comienzo de la deglución.

En la etapa faríngea, los alimentos ingresan en esa zona, donde una aleta llamada epiglotis cierra el pasaje hacia la tráquea para que los alimentos no puedan pasar a los pulmones. Los músculos de la garganta se relajan y los alimentos y los líquidos bajan rápidamente hacia el esófago. La epiglotis se vuelve a abrir para permitir la respiración. Esta fase solamente presenta un control voluntario al principio.

Ya en la etapa esofágica, los músculos del esófago impulsan los alimentos hacia el estómago con movimientos ondulatorios. La banda muscular que se encuentra entre el extremo del esófago y la parte superior del estómago (conocida como esfínter esofágico inferior) se relaja en respuesta a la deglución y permite que los alimentos y los líquidos ingresen al estómago. El proceso de esta fase es totalmente involuntario.

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