La presencia de discoloraciones dentarias plantea la necesidad de una respuesta terapéutica por parte del/de la profesional de la Odontología/Estomatología adecuada, destinada a resolver el problema estético planteado. Estas discoloraciones pueden afectar a la placa dental o bien a los tejidos mineralizados del diente; en este último caso, puede verse afectado un solo tejido, la dentina o el esmalte, o ambos, siendo el primero de los grupos etiológicos el que plantea con más frecuencia la patología (por ejemplo: necrosis, hemorragia o calcificación pulpar o discoloraciones postendodóncicas); en el segundo grupo podríamos citar como aspecto etiológico más representativo al conjunto de los defectos de desarrollo del esmalte; y, por último las discoloraciones más conocidas entre las que afectan al esmalte y a la dentina son las que se producen como consecuencia de la administración de tetraciclinas.

    Los tratamientos blanqueadores son los procedimientos clínicos más conservadores en el ámbito de la terapéutica de las discoloraciones dentales. Utilizan unos agentes activos de actividad oxidante, erosiva, abrasiva o mixta. Las diferentes técnicas de blanqueamiento dental pueden dividirse en dos grandes grupos: las que actúan sobre dientes vitales y las que lo hacen sobre dientes que han sido tratados endodóncicamente; a su vez, cada uno de estos grupos ofrece diferentes procedimientos. Cada una de las técnicas ofrece sus peculiaridades, pero el uso de sus agentes activos, generalmente oxidantes y algunos con altas concentraciones, hace que los blanqueamientos dentales puedan presentar efectos no deseados. Su aparición o no dependerán de las medidas de protección tisular que se establezcan en cada caso.

    Los blanqueamientos en dientes vitales realizados en la consulta con productos de alta concentración requieren un riguroso aislamiento del campo operatorio con medidas auxiliares de protección de la encía y de la mucosa bucal; por su parte, los tratamientos blanqueadores domiciliarios, aunque más inofensivos, también necesitan de un cierto control: en el manejo de las férulas y en la dosificación del agente blanqueador. Los blanqueamientos realizados sobre dientes endodonciados obligan a la colocación de una barrera intracavitaria eficaz que cierre los túbulos dentinarios cervicales que puedan contactar con el periodonto; esta barrera impedirá la aparición de resorciones radiculares postblanqueamiento.

    La correcta indicación de un tratamiento blanqueador, la selección de la técnica más adecuada y el establecimiento de las pertinentes medidas de protección en cada caso contribuyen de manera decisiva a que el blanqueamiento dental sea una alternativa terapéutica estética útil en la que se minimizen al máximo los efectos no deseados.

Leopoldo Forner Navarro

Profesor Titular. Unidad Docente de Patología y Terapéutica Dentales. Departamento de Estomatología. Facultad de Medicina y Odontología. Universitat de València. Estudi General.